martes, 10 de mayo de 2011

Carta a la periodista candasina María Teresa Álvarez

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9 de Mayo del 2011 - Humberto Cid Sánchez (Oviedo)

Querida señora:

El día 28 de abril he leído una entrevista que le realizaron en el diario LA NUEVA ESPAÑA, donde hacía mención a la procesión de Semana Santa en Candás. Y me sorprendí ante el gran trauma que le ha ocasionado la banda de música al dejar la procesión del domingo prácticamente al final porque empezaba a llover.

Como parte de un miembro de la banda me siento culpable de su gran trauma, y desde aquí desearía con mi breve comentario consolarla y aliviar su gran pesar. Antes de opinar tan ligeramente debería, como buena periodista que es, documentarse correctamente. Dado que usted no lo hace, me ofrezco voluntariamente a ello.

Los músicos de la banda, en su mayoría estudiantes, se desplazan todos los sábados a ensayar desde distintos puntos de la geografía asturiana, como por ejemplo Grado, Oviedo o Gijón, por sus propios medios. Tocan en conciertos sin cobrar un céntimo porque disfrutan con ello. Muchos de los instrumentos son propiedad de dichos músicos, comprados con el sacrificio de sus padres, en su mayoría de clase obrera. Si estos instrumentos se estropeasen como, por ejemplo, por la lluvia, ni usted ni el excelentísimo Ayuntamiento de Candás pagarían el arreglo. Seríamos nosotros, los padres de clase obrera, los que tendríamos que hacernos cargo de estas reparaciones.

Ya que estos jóvenes participan tan activamente de todos estos actos culturales de gran riqueza y tradición, usted, como candasina que es, en vez de criticar bajo un paraguas de diseño, debería saber apreciar el trabajo y esfuerzo que estos jóvenes realizan desinteresadamente semana tras semana, y apoyarlos para que continúen con su labor y engrandecer aún más la banda de música de su pueblo.

Porque el que suscribe, a pesar de no ser candasín, grita a los cuatro vientos: «¡Viva por siempre la Banda de Música de Candás!».

Humberto Cid Sánchez, padre de un miembro de la banda

Oviedo

Respuesta a Doña María Teresa Álvarez

El jueves 28 de abril leo en la Nueva España, como siempre, todo lo referido al concejo de Carreño y me encuentro con un artículo escrito por el periodista Braulio Fernández en el que entrevista a la periodista y escritora candasina Doña María Teresa Álvarez. La Sra. Álvarez, entre otras cosas, se lamenta de las “notas discordantes” de la Semana Santa candasina “cuando la banda de música local se ausentó cuando empezó a llover. Me quedé traumatizada, porque yo recuerdo al maestro Antuña con el agua chorreando por la cara, pero formando parte de la procesión. Me da pena que el domingo la banda no siguiese el mismo ejemplo”.

Sin duda, el estilo literario de la Sra. Álvarez es el épico, y sus palabras indican lo mucho que hubiera disfrutado viendo, por ejemplo, a los niños de ocho o diez años de la Banda de Música de Candás (BMC), o a sus elementos más veteranos, ya septuagenarios, chorreando agua en una gris mañana de Abril, siguiendo a la Virgen hasta la Iglesia de San Félix. Mientras, presumiblemente, ella, como el resto del pueblo y de cualquiera que tenga dos dedos de frente, se guarecía de la lluvia bajo la cubierta de su paraguas.

Se deduce, también, que le hubiera resultado gratificante observar cómo los instrumentos de los músicos de la BMC quedaban seriamente dañados, cuando no completamente inutilizados, por los importantes efectos destructivos que tiene la humedad, no digamos ya la exposición directa al agua, sobre un fagot, un clarinete, un oboe, un saxofón, una trompeta,... Probablemente, la Sra. Álvarez desconoce el coste de estos instrumentos. O, quizás, para su estatus económico, el desembolsar los cinco mil euros que cuesta un fagot o los más de diez mil euros por los que sale un oboe sea “peccata minuta”.

Igual, hasta le gusta imaginarse, a la Sra. Álvarez, cómo sería escuchar un concierto de Chopin al aire libre, con un gran piano de cola y orquesta, mientras caen chuzos de punta.

No le digo que no fuera emocionante, pero...los instrumentos de los integrantes de la BMC han sido adquiridos, unos, gracias al esfuerzo de los vecinos de Carreño, que con sus impuestos financian gran parte de las actividades de la BMC y, otros, con el esfuerzo de los propios músicos, que salvo el Director y los profesores de la Escuela de Música de la BMC, no perciben remuneración económica alguna y realizan esta actividad de un modo altruista, por afición, por amor a la música. Pero también por perpetuar una institución centenaria y por fomentar unas tradiciones que forman parte de la cultura del pueblo.

Y cuando digo “esfuerzo”, quiero decir que nos duele pagar lo que cuestan los instrumentos.

La Sra. Álvarez es un personaje público relevante y nos consta su valía. Como vecinos de Carreño nos sentimos orgullosos de los éxitos de nuestros paisanos. Pero debería de tener en cuenta que ser un personaje público conlleva responsabilidades, entre ellas la de pensar dos veces en lo que se dice antes de dañar la reputación de una institución, la Banda de Música de Candás, que siempre está en su sitio y que, ésta sí, siempre actúa con responsabilidad.

Invitamos a la Sra. Álvarez y a quien más lo desee a conocer más de cerca a la BMC: cómo ensayamos, de qué instalaciones disponemos, qué ambiente se respira en ellas. Le invitamos a todos los conciertos que damos en Candás y en otros diversos lugares. En definitiva, le invitamos a que conozca nuestro mundo, nuestras vivencias, nuestro disfrute, nuestro proceder. De esta manera, quizás se dé cuenta de que esa visión épica de los músicos de la BMC chorreando agua tras el paso de la Virgen, en realidad, no tiene ningún sentido.

Gonzalo Galiano Casas
Profesor de la Universidad de Oviedo y
Trombonista aficionado de la Banda de Música de Candás

martes, 3 de mayo de 2011

Riego ve «frustrante» la falta de fondos para el centro de música


Ángel Riego, alcalde de Carreño, considera «frustrante» que las obras del nuevo centro de música de Candás, que tendrían que haber comenzado en el mes de febrero, «no estén en marcha ya», tras eliminar el Principado de sus Presupuestos regionales una subvención de más de 504.738 euros para su realización. La Consejería de Cultura y Turismo suspendió el pasado 2 de febrero el expediente de contratación de las obras de construcción del centro de música «por falta de crédito», a pesar de que las obras salieron a licitación el 19 de enero.

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